Recuerdo tantas historias
de amores, penas y glorias
de tristeza o fantasía.
Ejemplo la de María,
Agustín fue quien la amó,
canciones le dedicó
a su Bonita del alma,
por ella perdió la calma,
que a la fama lo llevó.
Queta
Que a la fama lo llevó
su buen hacer de poeta,
pues era su arma secreta
la gran bondad que le honró.
Los poemas que brindó,
fueron de amor y de paz,
de gran compromiso audaz,
con el dolor, la injusticia.
Eran de golpe y caricia,
a la vez franco y mordaz.
Roberto
A la vez franco y mordaz
era el señor de una diva
a la que a lágrima viva
amó con cariño audaz
hasta hacerle perder paz.
Su corazón en quebranto
derramó por ella llanto,
aquel hombre pequeñito,
cometió sólo un delito,
el de haberla amado tanto.
Queta
El haberla amado tanto
ese fue el mayor delito,
la siguió como un perrito
ello fue penar y llanto.
Prisionero de su encanto
quedó por toda la vida,
y fue tan grande su herida
como llaga del amor,
es tan grande su dolor
que jamás el ya la olvida.
Roberto
Que jamás él ya la olvida…
Cuando el amor es profundo
no va en busca de otro mundo,
el que lo tiene en la vida
si riega a su flor querida
podrá siempre embellecerla
como una brillante perla,
será su musa y canción,
su poema y tentación,
con tan sólo apenas verla.
Queta
Con tan sólo apenas verla
completamente prendado,
quedó de ella enamorado,
que era la más bella perla.
Y queriendo conocerla
la propuso relaciones,
y exponiendo las razones
que dictaba el corazón,
pudo más que la razón,
y todas sus reflexiones…
Roberto
Y todas las reflexiones
se quedan sin fundamento
cuando el corazón contento
se inflama de mil pasiones
y toma sus decisiones.
Es tan grande el sentimiento
que damos consentimiento
a compartir larga vida
con la persona querida,
ante Dios con juramento.
Queta