con lirios, que perfilen de color
la tormentosa umbría del dolor
oculta, en el pozo de los enojos.
Sembraré la piel, mustia de sonrojos
con la inhiesta caricia del ardor
resonará el címbalo del clamor
en la sombría luz, de mis antojos.
Caminaré por páramos inciertos
y dejaré el eco conciliador
en las inquietas voces bizantinas
Si sembraré, los caminos desiertos
con la fragancia eterna del amor
deshojando sonrisas, sin espinas.
Verónica ©
lunademayo