
Y nacieron, los versos avezados
que gritaban tu nombre, sudorosos
brotaban desde el alma, enamorados
y lucían con la noche, esplendorosos.
Luego, acuné los versos cosechados,
en tus labios ardientes y sedosos,
que sintieras los besos adornados
y enjugaran, esos ojos acuosos.
Bordé la oda , con hilos perfumados
cantando al amor, con sones gloriosos
sembré de ilusión mis goces callados
izando la voz, con ecos golosos.
Por tí, han nacido romances dorados,
ceñí el soneto de ritmos airosos
esbozando los sueños compartidos,
germinando, estos verbos amorosos..
Verónica ©