doliente por un mal que me subvierte,
me encuentro en los umbrales de la muerte
y orando porque finen de una vez mis penares.
Comprende que me voy extrañándote a mares,
sin verte ni tocarte, sin la suerte
de ver tu caminar cuando despierte...
¡Y menos tus lunares!
Yaciente sobre el lecho, nada quiero,
excepto me recuerdes con patente alegría
sabiendo que te quise con esmero.
Y ad portas de que acabe mi fatal agonía
te digo que de cierto voy primero,
mas... ¡Pronto volveré a llevarte alma mía!
Bio-kaffee
©Derechos Reservados del autor®
P.D. Con el saludo para todos, hoy comparto el presente tema con todos ustedes, el que lo hiciera cuando algun imprevisto mal me sorprendiera con anterioridad y que felizmente quedo atras, aunque como rezago del mismo pervive este soneto cautivo que como es obvio, siempre queda abierto a las criticas de quienes pasen por aqui, que de cierto aqui nadie se molesta por los comentarios y si mucho se les agradece por expresarlos.