En esta noche cualquiera
cuando me vuelve un respiro,
me acomodo bien y aspiro
el aire que me trajera
la esperanza de la espera,
el telón que no ha bajado,
un renovar a mi lado
la palabra mensajera.
Vano es todo que se teme,
y aún temiendo yo quisiera
ser del sol la sementera
sin que su fuego me queme.
16-febrero-10