es puente del dolor en el olvido.
El tiempo es deponente del pasado
de estigmas que atestiguan lo vivido.
El tiempo ha declarado el abandono,
dimite entre las lágrimas de hastío,
las huellas despojadas del tesoro
que evocan los instantes de vacío.
Degrada el universo del pasado,
conjura en el presente: desafíos,
el tiempo que confiesa perdonando
las huellas del dolor y del olvido.
El tiempo es el poder de la paciencia
y acota las nostalgias revelando,
que pueden renacer con la experiencia
legítimos los retos visionarios.
El tiempo es testimonio y despedida,
que sana los vestigios del engaño,
es fénix seductor que no mancilla
la aurora que amanece del ocaso.
Publicado por Aimée Granado Oreña / Gota de Rocío Azul