
Y se oyeron las voces furiosas de la gente,
no queremos cadenas, malditos de la “casta,”
como esclavos vivimos, presos, injustamente.
hartos de humillaciones: ¡se terminó, ya basta!
Romperemos tabiques o cualquier muro ingente
que nos pongáis delante ¡que ya basta, ya basta!
nos tenéis condenados a una vida nefasta
y vemos el futuro como este cruel presente.
Ya ha llegado la hora se terminó el arresto,
que cese el despotismo, queremos igualdad
yo he de ser el primero, ya todo está dispuesto.
Y de la oscura celda mi clamor escuchad,
que ha de enterarse el mundo de este gran manifiesto
porque saldré de este antro, gritando ¡Libertad!