En esta primavera
que se acabe lo triste,
anda ve mariposa
donde duerme mi cisne,
llévale mi romance
con miel de tus jardines.
Yo sé que son tus luces
de la grandiosa virgen
y se mueven tus alas
tan raudas como un clíper,
sorpréndele en su campus
con tus besos sensibles.
Cuando veas su pico
libando secos mimbres
háblale de los verdes
que alimentan mi estirpe.
Dile que tengo impulso
de salvar el declive
por donde nos caímos,
a causa de un eclipse,
y que suena mi pecho
urgente como un timbre
por abrazar sus plumas:
sus lozanos cojines.
Dile que no es ficción
ni teatro…ni chiste;
es cierto lo de un polvo
de jaspes y rubíes:
¡Son tuyos ninfa grácil,
de tus alas sutiles
que baten con caricias
hasta en el mismo tigre!
Ve pósate en sus noches
con donaire de líder
no pares de ofrecerle
tus esencias sublimes,
hasta que veas sanas
sus viejas cicatrices
y salga de su boca
amor para mi esfinge.
¡Oh, píntame el paisaje
de los tiempos felices!
Mariluz Reyes
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