Otra vez y dolido te confieso mi pena
es que acaso no ves
la tristeza en mis ojos si te miran,
que con tu cruel silencio mi cariño se frena,
o no oyes mis ayes que suspiran…
no soporto el estrés
y caeré en el abismo del mal que me enajena.
Es que acaso no sientes los latidos
de un corazón quebrado
que aunque roto te adora con locura,
mis anhelos y sueños se hallan como perdidos
en este laberinto de tortura
y estoy desesperado
al tener tan dolientes sentimientos heridos.
Si tu amor no es posible, te lo ruego,
no hagas más turbadora
la esperanza de un hombre enamorado,
dime adiós por favor, nunca ha sido esto un juego,
te ofrecí mi cariño apasionado
tu sentir quiero ahora:
o me aceptas ya presto o sofoca este fuego.
Tendrás otros amantes,
pero amores sinceros, relevantes,
te aseguro, jamás serán como antes…
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