Las gárgolas cual monstruos fantasmales,
someten, desafiando a los viajeros
con sus aberraciones de aires fieros
se cuelgan de imponentes catedrales.
Fortalezas de almenas colosales
defienden intereses caballeros,
palacios erigidos con dineros
de las tasas e impuestos habituales.
El pueblo siempre paga sus gabelas
mas muy poco obtendrán ellos a cambio
si protestas envían a sus lacayos.
Eres guardián, cual perro que a ellos velas
e impides por la fuerza hacer recambio
poniéndonos al pie de los caballos.
Mas hoy estos vasallos
ya hartos de soportar indignaciones
tal vez pronto impondrán sus condiciones.
©Roberto Santamaría
Collado Villalba – Madrid 2/01/2015
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