esperará el ser humano
donde la divina mano,
en balanza celestial,
pesará ya el bien o el mal.
Y con el fiel intocado
será cierto el resultado
que su existencia dirima,
para su risa o su grima,
a bien o mal de su grado.
Luis
A bien o mal de su grado
se inclinará la balanza,
quien obró con Fe y confianza,
queda libre de pecado.
El que hubiere malgastado
los talentos recibidos,
Que pare bien los oídos,
porque llegado el momento
le espera queja y lamento,
entre fuego y alaridos.
Queta
Entre fuego y alaridos
vivirán eternamente
aquellos que solamente
al placer de sus sentidos
sirvieron todos sus cuidos.
Pero aquellos que han bregado
y su corazón brindado
por el bienestar ajeno
estarán del Nazareno
¡eternamente a su lado!
Luis
Eternamente a su lado
ante Divina Presencia,
verán la magnificencia,
de un Rey que dejó legado.
El pobre o el despreciado
serán como publicanos,
estarán a Él cercanos,
sentados a su derecha,
porque el que siembra, cosecha;
¡Atención seres humanos!
Queta
¡Atención seres humanos!
pongámonos a la obra
que en este mundo ya sobra
eso que llaman tiranos.
Mujeres, niños, ancianos
se cobran aquella guerra
y asolándonos la tierra
por exceso de ambición
gentes que sin corazón
a lo material se aferran
Roberto Santamaría
A lo material se aferran
los soberbios y ambiciosos,
un mundo lleno de ociosos
que Fe y Caridad destierran
y al amor la puerta cierran.
A empezar a poner manos
en bien de nuestros hermanos
porque la vida le cobra
a todo aquel que mal obra
con niños o con ancianos.
Queta