a los poetas que tejen donosura;
deseo que mi verso esté a la altura
de las ganas que traigo y del aliento
que aprieta el corazón al sentimiento.
El verbo que me anima y que os augura
disponga entre mis versos la aventura
de vislumbrar sin trauma lo que siento.
El fausto del versar, cuando se arrima
a la palabra intensa, es la pieza
que engrana en el poema sin que oprima
las perennes esencias de belleza.
Alumno humilde soy de la proeza
de engarzar los sentidos con la rima.
Guicu250108