
se pierde en el triste
olvido, no piensas
porque tú no quieres
darme un buen motivo,
por qué callas, dime
que guardas en tu alma
que no vuela libre.
Sabes que te quiero
seremos afines,
compraré los cielos
para en un afiche,
gravarte su nombre
cuando le suspires.
O ver en tus ojos
que todo esta bien,
se ha ido el olvido
para no abatirte,
en nuevos caminos
donde el viento sopla
sin dejar vestigios,
del que fue tu amante
en el tiempo nimio.
Y ahora me pides
saber el sentido,
de lo que pudiste
haber antedicho,
antes de perderla
por un acertijo,
sabiendo de cierto
que soy tu destino,
hablando a tu mente
como un buen amigo.
Carmen Gutiérrez Tamayo (Agosto 2009)