PRINCIPIO Y FIN
Publicado: Vie May 14, 2010 08:44
Tú que ante la vida sólo ves prisiones
de normas, de leyes y de tradiciones
y ya no toleras la absurda presión
de ver que a tus sueños les ponen grilletes
y te clasifican con rancios gafetes
que cuelgan, pesados, de tu corazón;
tú que siendo libre, te encuentras atado
como si estuvieras siempre condenado
a seguir los pasos que otro te marcó,
rompe tus cadenas. Abre ya las rejas
e ignora los signos de consignas viejas,
vislumbra horizontes que nadie soñó.
Despliega tus alas, y ve con soltura
buscando la cima, la más alta altura
del monte que nadie jamás escaló.
Allá donde nacen los ágiles vientos,
y limpia la herrumbre de tus pensamientos
que una subcultura de ancestros dañó.
Súbete al pegaso del libre albedrío,
lucha sin temores ante el desafío
del opuesto sino. Con sinceridad
en fiero combate bátete en un duelo
contra los infiernos y llega hasta el cielo,
donde solamente vive la verdad.
Hiende con tu espada las espesas redes.
Nunca te permitas decir que no puedes;
corre tras el triunfo dispuesto a vencer.
Atraviesa mares, destruye quimeras,
haz de cada Invierno nuevas Primaveras
y nunca utilices el verbo "Perder".
Peregrina siempre nómada de amores
como mariposa que va por las flores
libando del néctar la más dulce miel.
Resiste el elogio de las almas vanas,
el aplauso inútil de las más profanas
y mantente firme siempre, siempre fiel.
Cuando tus hazañas se tornen violentas
y solo te encuentres frente a las tormentas
que a tus aventuras traigan desazón,
busca al Nazareno señor del Calvario,
dobla tus rodillas ante su santuario:
ha llegado el tiempo para la oración.
En Él se termina tu afán de romero
pues Él es el último y es el primero,
el Alfa, la Omega de toda inquietud.
Ahí los confines del mundo a sus plantas
se rinden y surgen en tu alma las santas
ocultas virtudes de tu juventud.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
de normas, de leyes y de tradiciones
y ya no toleras la absurda presión
de ver que a tus sueños les ponen grilletes
y te clasifican con rancios gafetes
que cuelgan, pesados, de tu corazón;
tú que siendo libre, te encuentras atado
como si estuvieras siempre condenado
a seguir los pasos que otro te marcó,
rompe tus cadenas. Abre ya las rejas
e ignora los signos de consignas viejas,
vislumbra horizontes que nadie soñó.
Despliega tus alas, y ve con soltura
buscando la cima, la más alta altura
del monte que nadie jamás escaló.
Allá donde nacen los ágiles vientos,
y limpia la herrumbre de tus pensamientos
que una subcultura de ancestros dañó.
Súbete al pegaso del libre albedrío,
lucha sin temores ante el desafío
del opuesto sino. Con sinceridad
en fiero combate bátete en un duelo
contra los infiernos y llega hasta el cielo,
donde solamente vive la verdad.
Hiende con tu espada las espesas redes.
Nunca te permitas decir que no puedes;
corre tras el triunfo dispuesto a vencer.
Atraviesa mares, destruye quimeras,
haz de cada Invierno nuevas Primaveras
y nunca utilices el verbo "Perder".
Peregrina siempre nómada de amores
como mariposa que va por las flores
libando del néctar la más dulce miel.
Resiste el elogio de las almas vanas,
el aplauso inútil de las más profanas
y mantente firme siempre, siempre fiel.
Cuando tus hazañas se tornen violentas
y solo te encuentres frente a las tormentas
que a tus aventuras traigan desazón,
busca al Nazareno señor del Calvario,
dobla tus rodillas ante su santuario:
ha llegado el tiempo para la oración.
En Él se termina tu afán de romero
pues Él es el último y es el primero,
el Alfa, la Omega de toda inquietud.
Ahí los confines del mundo a sus plantas
se rinden y surgen en tu alma las santas
ocultas virtudes de tu juventud.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC