
Una brujilla volante
en cielo de amanecida,
quedó la Luna advertida
que volaba hacia Levante.
Que su vuelo era constante,
que el cielo tiene cabida
para dar la bienvenida
a bruja tan elegante.
Que de vuelo tan certero
se percibe acompañante,
en pos de amor venidero
brilla en el cielo un diamante,
el que te dirá: “Te quiero”
convirtiendose en tu amante.
Este poema se lo dediqué a una amiga de nick "brujilla", y que tenia su amor por Levante.