
Sería bien honrado en mereceros
teniendo la ventura de guardaros
pues solo por el hecho de nombraros
entrego el corazón para teneros.
De amor he rebuscado en los tinteros
pintar los sentimientos que mandaros
que todo mi cariño he de mostraros
por ser merecedor de complaceros.
Altivo en voluntad por el cortejo
prendado del reflejo de su gracia,
despojo de mi ser todo complejo
llevado por la más dulce fragancia.
¡Por raudo me topé contra el espejo
rompiendo su figura con mi audacia!.



















