Ahora es ya sangre todo lo que abarcas,
mujer final. Visión desmenuzada
del puzle fragmentado de tu vida:
un nido frío de ilusiones rotas.
Puedes ver, si te apuras, aun la cara
de aquel hombre soñado de tus citas,
su lejana caricia, el primer beso,
su breve amor, tu niña, tus labores...
Después, la indiferencia, la sospecha,
la traición, la mentira, los silencios,
el vacío, el insulto, la distancia...
Y al final una mano toda puño
tu herida, las denuncias, el juzgado...
¡y el zarpazo mortal que te ha deshecho!
Y una niña de ojos anestesiados,
proteje su muñeca bajo el brazo.
Reyes