más el cándido mirar de tus ojos,
sólo cédeme, mujer, lo que expreso
para in sécula tenerme de hinojos.
Ola ignífera tus labios tan rojos
son que siéntome morir en pecado,
¡cuán espléndido saberte a mi lado
que hasta líbrame de vanos enojos!
Eres síntesis del campo estrellado,
ángel célico de tierno mirar,
nunca lágrimas ni fútil enfado,
¡musa cándida te quiero adorar!
Sólo entrégame, mujer, lo que pido
¡para in sécula tenerme rendido!
Para el presente soneto cruzado se ha usado el endecasílabo pradiano.
Dicho endecasílabo, creado por Manuel González Prada, lleva acentuadas las sílabas 1ª, 3ª y 7ª,
donde la 3ª recae siempre en palabra esdrújula hemistiquial.
Esquema rítmico:
ÓO/ÓOO–O/ÓOO/ÓO
Para in sécula = para siempre
Ignífera = que lleva o contiene fuego