Un pasado que vuelve.

[Gota de Rocio Azul]

Soledad que acompañas un pasado que vuelve
cual volar de gaviotas que a mi alma estremece
y no logro distancias que sombrías te alejen
en mis días de invierno, de tristezas, de nieve.

Soledad fiel amiga, confidente presente,
tú descubres mi mundo y el vacío que es puente,
de difíciles metas, desafíos perennes,
de un destino entre ruinas que enajena y no miente.

Soledad: hoy me buscas en sosiego silente,
con la sed del cansancio de un pasado que vuelve,
a invadir mis enigmas en desierto latente:
que me abstrae bohemia, aún rodeada de gente.

Soledad yo te busco en el sueño inocente,
en un muro de olvidos con mi verbo elocuente;
y te acercas discreta superando la muerte,
de ese amor inefable cual estigma indeleble,
que ha tatuado las sombras de un pasado que vuelve.

Aimée Granado Oreña / Gota de Rocío Azul

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[safo]

Soledad que acompañas un pasado que vuelve
cual volar de gaviotas que a mi alma estremece
y no logro distancias que sombrías te alejen
en mis días de invierno, de tristezas, de nieve.

Quiero darte la mas cordial bienvenida Aimée y agradecerte por compartir
la belleza de tus letras. Resulta realmente agradable leer tus versos, plenos
de imágenes preciosas. Como único comentario al contenido diré que humildemente
creo que el pasado vuelve cuando alguna puerta ha quedado abierta.
MIS SINCERAS FELICITACIONES A TU PLUMA Y UN ABRAZO DE BIENVENIDA

[Esmeralda]

Un pasado que vuelve para acompañar nuestras soledades,
quizás con recuerdos.
Encantada como siempre de poder disfrutar de tus versos.
Saludos, desde la distancia.

[Gota de Rocio Azul]

Amigas y amigos, ese pasado ahoga las realidades presentes, soy una eterna bohemia atrapada entre las nostalgias y la melancolía que produce el exilio.

[Madrigal-2]

Abres y cierras tus preciosos alejandrinos con dos versos
calcados uno de otro: la soledad que acompaña al pasado
que vuelve.
Te empeñas en otros poemas y sobre todo en tus respuestas
de agradecimiento a los comentarios recibidos, en que el
pasado no vuelve, en que todas las puertas están voluntariamente
cerradas...
Nada que objetar (o sí) a que las puertas las hayas cerrado por
propia voluntad, pero desde la experiencia propia y ajena,
el pasado siempre vuelve y salvo que te obstines en atrancar
la puerta, entrará sin llamar.
Escribes muy bien; poesía intimista que exige relectura y
reflexión pero que engancha e invita a ello.
Cordiales saludos. Madrigal