Las piedras del Zape
Publicado: Sab Feb 25, 2012 13:49
...
Estuve donde nadie quiso nunca.
Allí nací, allí conocí el hambre.
Descubrí las palabras de los pobres
Y conocí el lenguaje de las piedras.
Hubo largos silencios en mi cama,
Pobre cama, sufrida como el alma de mi madre;
Opaca y doblegada, por el antiguo beso de mi padre.
Las noches eran largas y sagradas,
Olorosas a humo, a flor, a hierba...
Cada día soplaban vientos nuevos,
Pero los mismos ojos me rodeaban
Con sus mascaras tristes, otras veces
Alegres como pájaros nobles, pero libres.
...
Todas las casas tienen su cerradura amable.
Están de par en par civilizadas.
Adentro están las manos esperando
El corazon dolido por el hambre
Y aunque no haya alimento, el amor nunca falta.
Exagero, quizá, quizá hasta miento.
Peto mi pueblo tiene su corazon tan blanco,
Que atrae los suspiros de los enamorados.
Jamás olvidé nada, aun llevo cargando
Su mirada ligera, su risa fresca y pura
Como sus primaveras, apretadas de sombras florecidas.
En los arboles verdes y jugosos
Colgadas jugueteaban con el viento
Las delicadas peras amarillas
Que aquietaban mi estomago desierto.
...
Muy lejos de mi casa, lloré solo.
Mi pueblo estaba ausente, yo tan triste,
Que agrietaba los muros del silencio,
Que acompañan al hombre abandonado.
Nostalgias alumbraron mi camino
Hasta poder sentir la negra sombra
Que refleja la muerte cuando pasa.
En el trayecto abrupto, Dios no estaba,
Pero si su mirada, consolando
Mi corazon herido por la senda
Que el mísero camino me mostraba.
Después de aquellos dias vi el ocaso
Abierto ante mis ojos desvalidos
Por el cansancio atroz de la jornada,
Las lagrimas volaron, y la vida
Mostrabase ante mi, tan colorida
Que la tristeza huyó desvanecida
Por el aspecto alegre de mi cara.
german g
Estuve donde nadie quiso nunca.
Allí nací, allí conocí el hambre.
Descubrí las palabras de los pobres
Y conocí el lenguaje de las piedras.
Hubo largos silencios en mi cama,
Pobre cama, sufrida como el alma de mi madre;
Opaca y doblegada, por el antiguo beso de mi padre.
Las noches eran largas y sagradas,
Olorosas a humo, a flor, a hierba...
Cada día soplaban vientos nuevos,
Pero los mismos ojos me rodeaban
Con sus mascaras tristes, otras veces
Alegres como pájaros nobles, pero libres.
...
Todas las casas tienen su cerradura amable.
Están de par en par civilizadas.
Adentro están las manos esperando
El corazon dolido por el hambre
Y aunque no haya alimento, el amor nunca falta.
Exagero, quizá, quizá hasta miento.
Peto mi pueblo tiene su corazon tan blanco,
Que atrae los suspiros de los enamorados.
Jamás olvidé nada, aun llevo cargando
Su mirada ligera, su risa fresca y pura
Como sus primaveras, apretadas de sombras florecidas.
En los arboles verdes y jugosos
Colgadas jugueteaban con el viento
Las delicadas peras amarillas
Que aquietaban mi estomago desierto.
...
Muy lejos de mi casa, lloré solo.
Mi pueblo estaba ausente, yo tan triste,
Que agrietaba los muros del silencio,
Que acompañan al hombre abandonado.
Nostalgias alumbraron mi camino
Hasta poder sentir la negra sombra
Que refleja la muerte cuando pasa.
En el trayecto abrupto, Dios no estaba,
Pero si su mirada, consolando
Mi corazon herido por la senda
Que el mísero camino me mostraba.
Después de aquellos dias vi el ocaso
Abierto ante mis ojos desvalidos
Por el cansancio atroz de la jornada,
Las lagrimas volaron, y la vida
Mostrabase ante mi, tan colorida
Que la tristeza huyó desvanecida
Por el aspecto alegre de mi cara.
german g