
Relámpago de lampos cegadores,
tu ráfaga lumínica aparece
y el trueno te secunda y estremece
a todos los inquietos moradores.
No obstante tus espléndidos fulgores,
el riesgo de tormenta avanza y crece,
al ver después que el cielo se oscurece
y el rayo presuroso causa horrores.
También das esperanza a campiranos
que saben que la lluvia es inminente
en todo el sembradío y en los llanos.
Hay una dualidad en el ambiente,
tu luz anuncia estragos de repente
y luego ofrece vida a los humanos.