escrutan testimonios sin fronteras,
fluyendo amanecidas primaveras
aún en el silencio traicionero.
El trino del versar cual sonajero
que vibra melodioso de quimeras,
alivia la nostalgia en las esperas
y endulza en el quebranto plañidero.
De azul vistió el rocío su alegría,
fragantes esperanzas que acrisolan
primores del versar, fieles anhelos.
Aroma seductor de la ambrosía,
embriaga con las letras que tremolan
verdades entre azares y desvelos.
Aimée