Contigo
Publicado: Sab Dic 01, 2012 07:45
Contigo
Estoy tan cerca de ti
que me ciegas la mirada
en un vórtice de estrellas
desde el ocaso hasta el alba.
La gaviota de los sueños
recorre mares de plata
y puertos de fantasía
donde los barcos descansan.
Y yo quiero descansar
sobre tu pecho de nácar,
dormir en tu corazón
y despertar en tu alma.
¡Oh, qué locas ilusiones!
¡Quiero alcanzar las galaxias!
Pero el amor es un niño
y no entiende de distancias.
En corolas de azucenas
están jugando las hadas
cogiditas de la mano,
mientras el ruiseñor canta
canciones de enamorados,
que mueren en mi garganta,
como muere el pensamiento
que la realidad no alcanza.
Deja que beba, mi amor,
de tu boca las palabras,
porque me abrasa la sed
en el mar de la esperanza.
La noche me está buscando,
la noche negra y opaca,
y en la noche tengo miedo,
porque tus manos me faltan.
¡Ay, fuentes de los silencios,
ilusiones desterradas,
dejad que pinte de oro
esta vida tan amarga!
Cansado estoy de mirar
el mundo por la ventana,
de hablar con mi soledad
y de sembrar para nada.
Si vives, quiero vivir
contigo cada jornada;
ser la alegría de tu risa
y ser abrazo en tus lágrimas.
Si mueres, quiero morir
contigo, mi bien, mi amada,
y que me entierren contigo
y a Dios contigo yo vaya.
Estoy tan cerca de ti
que me ciegas la mirada
en un vórtice de estrellas
desde el ocaso hasta el alba.
La gaviota de los sueños
recorre mares de plata
y puertos de fantasía
donde los barcos descansan.
Y yo quiero descansar
sobre tu pecho de nácar,
dormir en tu corazón
y despertar en tu alma.
¡Oh, qué locas ilusiones!
¡Quiero alcanzar las galaxias!
Pero el amor es un niño
y no entiende de distancias.
En corolas de azucenas
están jugando las hadas
cogiditas de la mano,
mientras el ruiseñor canta
canciones de enamorados,
que mueren en mi garganta,
como muere el pensamiento
que la realidad no alcanza.
Deja que beba, mi amor,
de tu boca las palabras,
porque me abrasa la sed
en el mar de la esperanza.
La noche me está buscando,
la noche negra y opaca,
y en la noche tengo miedo,
porque tus manos me faltan.
¡Ay, fuentes de los silencios,
ilusiones desterradas,
dejad que pinte de oro
esta vida tan amarga!
Cansado estoy de mirar
el mundo por la ventana,
de hablar con mi soledad
y de sembrar para nada.
Si vives, quiero vivir
contigo cada jornada;
ser la alegría de tu risa
y ser abrazo en tus lágrimas.
Si mueres, quiero morir
contigo, mi bien, mi amada,
y que me entierren contigo
y a Dios contigo yo vaya.