Hay un símbolo en España
que habla de noble bravura;
y un mito, que la locura
lleva en su alma y en su entraña.
Símbolo que a nadie engaña,
que lleva siempre consigo
el que es bravo, y es testigo
quien le ve herir en la plaza.
El toro que tiene raza
se crece con el castigo.
El mito de la locura,
aquel caballero andante
que siempre recogió el guante
y nunca tuvo mesura.
Nunca dejó una factura
sin pagar y sin cobrar.
No paraba en calcular
si cobrarla merecía.
Pagarla, en cambio, sabía
que siempre supo pagar.
Hoy se debe repetir
la historia de D. Quijote:
un loco de capirote
pues loco fue su vivir.
Solo cuando iba a morir
fue Alonso Quijano el Bueno,
hombre cabal y sereno
que dejó el mejor recuerdo,
vivir loco y morir cuerdo…
pero siempre de amor lleno.
Madrigal