LA ANALITICA (Tragicomedia sanitaria en 4 actos) P. Humor
Publicado: Sab May 03, 2014 00:28
ACTO I
Era Don Pulpinio Pérez
un vago de tomo y lomo,
que vivía con aplomo
y "pachorra visceral"
de la ayuda que otorgaba
la Seguridad Social
a aquellos que, por desgracia,
estaban malos y pochos...
y más chulo que 3 ochos
comía sin trabajar...
Laurita Pons, su doctora,
(de los "Pons" del Hospital,
que por seis generaciones
atendían sin parar
las más diversas dolencias
que uno pueda imaginar...)
estaba desconcertada
sin saber ya qué intentar
ni a qué podrían deberse
los males de aquel gañán..
- "Pues yo lo veo muy sano...
!No me lo puedo explicar!"
Pero al repetir Pulpínio
que se encontraba fatal
y que no podía negarse
a una prórroga firmar...
decidió en ultima instancia
prueba final demandar
y un !análisis de sémen!
es lo que fué a recetar...
- " Pero .. esa prueba... Doctora...
¿Tiene alguna utilidad?"
(preguntaba preocupado
Pulpínio con ansiedad)
- "!Pues juzgue usted, caballero!
acabamos de agotar
el listado de analíticas
que realiza este Hospital...
De sangre !está usted de miedo!...
y la presión arterial
funciona como un torpedo
y es constante y muy normal...
De cuestiones de infecciones
no tenemos ni que hablar...
el hígado, los riñones,
las amígdalas... !Genial!
Sólo nos queda, al descarte,
esta prueba realizar
!Sin duda en ella hallaremos
las respuestas a su mal!
ACTO II
Totalmente resignado
a esta terrible experiencia
pone en manos de la ciencia
su futuro haciendo el vago
y rogando con fervor
al Santo más ocupado
(aquel que poco se fija
en quién le pide el milagro...)
reza con el corazón:
- "!Que se pase pronto el trago!"
Son las 6 de la mañana
de un día gris... invernal...
una "rasca" portentosa
se cuela en el Hospital
mientras Pulpinio, obediente,
acude muy puntual
llevando el frasco en la mano
(y aún ... !sin desayunar!...)
En estas una enfermera
se acercó por el pasillo:
- "¿El Sr. Pulpinio Pérez?
!Venga enseguida conmigo!"
y cogiéndolo del brazo
penetraron al recinto
para comprobar entonces
!Que el frasco estaba vacío!
- "!Pero hombre! ¿No lo ha traído?
Bueno pues... esté tranquilo...
métase en esta oficina
y cuando acabe... !dé un grito!"
Y allí se quedó Pulpinio
desamparado y solito
Un vistazo alrededor
para constatar contrito
!Para cosas del amor..
aquel era el peor sitio!
En un lado una camilla
con una sábana blanca
un vaso con jeringuillas
una silla y una placa
explicando que el Doctor
D. Fulanito Ramírez
era experto y renombrado
tocando los "cataplines"
Y cerca al ordenador
reposando el feo frasco
que con perfidia y tración
allí le estaba esperando
- "!Demonios! !Qué frío hace!
!Aquí no hay calefacción!
y luego, encima ese cuadro
me produce depresión... "
Pues el cuadrito en cuestión
era una fotografía
de una joven enfermera
delicada y exquisita
que con un bebé rollizo
y un dedo sobre sus labios
decia con fiero gesto
!Estése quieto y callado!
ACTO III
Pulpinio, con decisión,
viéndose en tal trance aciago,
piensa que es mucho mejor
acabar con la cuestión
y no posponer el trago
(Llegando a esta conclusión
tras de intentar escapar
fugándose por la puerta
por la que acaba de entrar...)
Mas al ver que la enfermera
sentada en el descansillo
con su labor de ganchillo
con tenacidad le espera...
exclama como un chiquillo:
- "!Ay Señor! .. !Ya no hay manera!"
Transcurrida media hora
se oye un suspiro profundo
seguido de un "taco gordo"
como p´a mover el mundo...
-"!Si es que así no me concentro!
!Aquí! !Sin ningún cariño!
!Sin un abrazo ni un beso!
!Y tiritando de frío!
!Sabiendo que ese sagüeso
que hace punto de ganchillo
está esperando al acecho
sentada en el descansillo.!..
(Un espíritu sensible
como lo es sin duda el mío
en tan deprimente ambiente
jamás podrá conseguirlo...)"
Mas no por eso Pulpinio
ceja un momento en su empeño
a pesar que, tras la puerta,
se escucha un chillido histérico
de un niño que patalea
(agarrado con pericia
a la pierna de su abuela)
y entre empujón y empujón
al enfermero paciente
que le baja el pantalón..
lanza un terrible alarido..
"!YO NO QUIERO LA INYECCIOOOOONNN!"
ACTO IV
Después de 4 horas largas..
(Y tras la breve amenaza
que le lanzó la enfermera
de llamar al Dr. Gómez
para que él... le asistiera...)
Sale por fín por la puerta
un Pulpinio sudoroso,
sin aliento, demacrado,
con temblores y muy pocho..
!pero habiendo al fin triunfado!
de forma, modo y manera
que sostiene entre las manos
la botella con... !LA MUESTRA!
Todo el Hospital en pleno
se rindió en una ovación
y al grito de !TORERO!
sacarlo en andas quisieron
a lo que él... !Se negó!
porque sus fuertes temblores
no hacían de la ocasión
el momento mas idoneo
para tal muestra de amor...
!Lo juro! exclamó Pulpinio
al salir del Hospital
!Como esa buena Doctora
piense volverme a mandar
a realizar otra prueba
como esta... o similar...
prometo que me compongo
y me pongo a trabajar..
!QUE EL SUBSIDIO AL DESEMPLEO
JAMAS LLEGARÁ A PAGAR
EL SUFRIMIENTO Y LOS NERVIOS
QUE HOY HE VENIDO A PASAR!
Era Don Pulpinio Pérez
un vago de tomo y lomo,
que vivía con aplomo
y "pachorra visceral"
de la ayuda que otorgaba
la Seguridad Social
a aquellos que, por desgracia,
estaban malos y pochos...
y más chulo que 3 ochos
comía sin trabajar...
Laurita Pons, su doctora,
(de los "Pons" del Hospital,
que por seis generaciones
atendían sin parar
las más diversas dolencias
que uno pueda imaginar...)
estaba desconcertada
sin saber ya qué intentar
ni a qué podrían deberse
los males de aquel gañán..
- "Pues yo lo veo muy sano...
!No me lo puedo explicar!"
Pero al repetir Pulpínio
que se encontraba fatal
y que no podía negarse
a una prórroga firmar...
decidió en ultima instancia
prueba final demandar
y un !análisis de sémen!
es lo que fué a recetar...
- " Pero .. esa prueba... Doctora...
¿Tiene alguna utilidad?"
(preguntaba preocupado
Pulpínio con ansiedad)
- "!Pues juzgue usted, caballero!
acabamos de agotar
el listado de analíticas
que realiza este Hospital...
De sangre !está usted de miedo!...
y la presión arterial
funciona como un torpedo
y es constante y muy normal...
De cuestiones de infecciones
no tenemos ni que hablar...
el hígado, los riñones,
las amígdalas... !Genial!
Sólo nos queda, al descarte,
esta prueba realizar
!Sin duda en ella hallaremos
las respuestas a su mal!
ACTO II
Totalmente resignado
a esta terrible experiencia
pone en manos de la ciencia
su futuro haciendo el vago
y rogando con fervor
al Santo más ocupado
(aquel que poco se fija
en quién le pide el milagro...)
reza con el corazón:
- "!Que se pase pronto el trago!"
Son las 6 de la mañana
de un día gris... invernal...
una "rasca" portentosa
se cuela en el Hospital
mientras Pulpinio, obediente,
acude muy puntual
llevando el frasco en la mano
(y aún ... !sin desayunar!...)
En estas una enfermera
se acercó por el pasillo:
- "¿El Sr. Pulpinio Pérez?
!Venga enseguida conmigo!"
y cogiéndolo del brazo
penetraron al recinto
para comprobar entonces
!Que el frasco estaba vacío!
- "!Pero hombre! ¿No lo ha traído?
Bueno pues... esté tranquilo...
métase en esta oficina
y cuando acabe... !dé un grito!"
Y allí se quedó Pulpinio
desamparado y solito
Un vistazo alrededor
para constatar contrito
!Para cosas del amor..
aquel era el peor sitio!
En un lado una camilla
con una sábana blanca
un vaso con jeringuillas
una silla y una placa
explicando que el Doctor
D. Fulanito Ramírez
era experto y renombrado
tocando los "cataplines"
Y cerca al ordenador
reposando el feo frasco
que con perfidia y tración
allí le estaba esperando
- "!Demonios! !Qué frío hace!
!Aquí no hay calefacción!
y luego, encima ese cuadro
me produce depresión... "
Pues el cuadrito en cuestión
era una fotografía
de una joven enfermera
delicada y exquisita
que con un bebé rollizo
y un dedo sobre sus labios
decia con fiero gesto
!Estése quieto y callado!
ACTO III
Pulpinio, con decisión,
viéndose en tal trance aciago,
piensa que es mucho mejor
acabar con la cuestión
y no posponer el trago
(Llegando a esta conclusión
tras de intentar escapar
fugándose por la puerta
por la que acaba de entrar...)
Mas al ver que la enfermera
sentada en el descansillo
con su labor de ganchillo
con tenacidad le espera...
exclama como un chiquillo:
- "!Ay Señor! .. !Ya no hay manera!"
Transcurrida media hora
se oye un suspiro profundo
seguido de un "taco gordo"
como p´a mover el mundo...
-"!Si es que así no me concentro!
!Aquí! !Sin ningún cariño!
!Sin un abrazo ni un beso!
!Y tiritando de frío!
!Sabiendo que ese sagüeso
que hace punto de ganchillo
está esperando al acecho
sentada en el descansillo.!..
(Un espíritu sensible
como lo es sin duda el mío
en tan deprimente ambiente
jamás podrá conseguirlo...)"
Mas no por eso Pulpinio
ceja un momento en su empeño
a pesar que, tras la puerta,
se escucha un chillido histérico
de un niño que patalea
(agarrado con pericia
a la pierna de su abuela)
y entre empujón y empujón
al enfermero paciente
que le baja el pantalón..
lanza un terrible alarido..
"!YO NO QUIERO LA INYECCIOOOOONNN!"
ACTO IV
Después de 4 horas largas..
(Y tras la breve amenaza
que le lanzó la enfermera
de llamar al Dr. Gómez
para que él... le asistiera...)
Sale por fín por la puerta
un Pulpinio sudoroso,
sin aliento, demacrado,
con temblores y muy pocho..
!pero habiendo al fin triunfado!
de forma, modo y manera
que sostiene entre las manos
la botella con... !LA MUESTRA!
Todo el Hospital en pleno
se rindió en una ovación
y al grito de !TORERO!
sacarlo en andas quisieron
a lo que él... !Se negó!
porque sus fuertes temblores
no hacían de la ocasión
el momento mas idoneo
para tal muestra de amor...
!Lo juro! exclamó Pulpinio
al salir del Hospital
!Como esa buena Doctora
piense volverme a mandar
a realizar otra prueba
como esta... o similar...
prometo que me compongo
y me pongo a trabajar..
!QUE EL SUBSIDIO AL DESEMPLEO
JAMAS LLEGARÁ A PAGAR
EL SUFRIMIENTO Y LOS NERVIOS
QUE HOY HE VENIDO A PASAR!