Si a tus manos mi carta al fin te llega,
que de amores, logré que se adornara,
piensa que quien la escribe, es un poeta
que tu respuesta clama.
En tu puerta yo he visto te cortejan
como enjambre de abejas, pretendientes,
muchos de ellos pedantes y afectados
con tic de petimetres.
Puede ser que tal vez los más osados
te prometan diamantes muy valiosos
y te ofrezcan la luna y las estrellas
y cuanto hay en el cosmos.
Pero nadie podrá quererte tanto
ni en tu boca tatuar mis locos besos…
o mirando tus ojos, extasiado,
sentirme ya en el cielo.
Te daré con caricias muchas rosas
y en las noches, canciones sugerentes
con rondas de guitarras y violines…
soñando amaneceres.
Rebosantes de amor y de dulzura
mis canciones serán bellos poemas
que serán, como siempre, vida mía,
suspiros que te esperan.
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