Libera angustia,
de la patria mía
la creciente lumbre;
de tu faz sombría
Diafana colina,
recondito frío
recelosa espina;
corazón vacío
De pasada gloria,
la fe bebía
el sindarín verbo,
de su boca y la mía
Mi silencio eres,
inestable río
caudaloso cristal;
limitado brío
El aura aún duerme
mis sueños con el
angustia, no veles;
Una roca es mi fé!
Luzdeti