Lima de antaño, ensoñadora
donde se baila "La Marinera"
en todo tiempo y a toda hora.
Se oye en las plazas y en los conventos,
se oye en balcones con celocías
que los limeños viven contentos
con los recuerdos de aquellos días.
Cuando una fiesta limeña empieza,
se oyen las cuerdas de una guitarra,
mientras se llena toda la mesa
algunos cantan bajo una parra.
El guitarrista y el cajonero
se conocieron en ese instante,
uno golpea el cajón primero
y el otro toca y es el cantante.
De la guitarra salen las notas
como escapadas de su prisión
y hasta en el suelo las copas rotas
bailan alegres, con emoción.
La zuela rasca veloz al suelo
y salen chispas por la fricción,
blancos pañuelos salen al vuelo,
cuando dan vueltas palomas son.
El contonéo de una cadera
se une al garbo en el bailar.
Esta es, señores, "La Marinera",
baile peruano, baile sin par.
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Mariano Berquer.
Maracaibo, 05/08/05