Que Dios alfombre con bellas flores
tu vida hermosa, firme y locuaz
para que brille con mil colores.
Todo el sendero por donde vas
llevan mis versos con mis honores,
porque tu vida irradia paz.
Que nunca sufras, que nunca llores,
y si eso ocurre, que sea fugaz
y se disipen muchos dolores,
ésto te ofrezco... no tengo más,
pues soy muy pobre y pido al cielo
que tu alegría me dé consuelo.
Que Dios alfombre con bella flores
todo el sendero por donde vas,
que nunca sufras, que nunca llores,
ésto te ofrezco... no tengo más.
- - - - - - - - -
Mariano Bequer.
Maracaibo, 13/12/05