
BAJO LA CRUZ

He visto a mi Iglesia en sombras
y una Cruz oscurecida...
Sentí que se despertaba
una vida que sufría...
No escuché ningunos sones
ni cantos, ni una esperanza.
Escribía mi poesía
mientras cantaban las almas...
Arrodillado inclinaba
bajo La Cruz, mis espaldas.
Dolía esta vieja herida,
mientras con ella rezaba...
Qué sola estaba la Iglesia,
no había quién la mirara.
Entré a rezarle de noche
cuando dormida esperaba.
He visto una Iglesia en sombras.
En ella...¡Qué solo estaba!

