Me veo envuelta entre huracanes mi Señor Jesús,
hoy nada se ve claro y la soledad está de mi lado,
espero que vengas conmigo y me entregues tu luz,
no puedo caminar ahora porque me he derrumbado.
Huracanes pasan en mi vida azotándola con dolor,
los silentes anhelos de encontrar la paz no llegan,
sólo quiero que me ayudes y me des todo tu amor,
sacúdeme de tanta maldad y odio que me dejan.
Con tus brazos, amado Jesús me apoyaré segura,
ya no puedo continuar porque el oxígeno termina,
los huracanes que me atacan tienen mucha amargura,
límpialos y que se alejen de mi camino y de mi vida...