Querido hijo...
Hoy recibí tu carta,
Me colmé de gozo
Y mi corazón se llenó de tu amor,
Por eso quiero decirte:
Te he creado con profundo amor,
He cuidado paso a paso
La formación de tu cuerpo
Poniendo en él perfección,
Para así colocar mi templo
Dentro de tu corazón.
Te he visto crecer día a día,
Disfrutando tu alegría
Y tomándote en mis brazos
Cuando triste te sentías.
Quiero que sepas que siempre
Te llevo en mi corazón,
Y aún si tú no me sientes...
En el tuyo siempre estoy.
Que aunque sientas que el camino
Desierto se abre a tus pies,
Y cuando tienes problemas,
El mundo vacío ves…
…¡Llámame, estoy contigo!
A tu lado siempre voy,
Soy tu hermano, soy tu amigo…
…Yo soy Jesús,
¡Ábreme tu corazón!
Cecilia Rico de Viamont
Cochabamba, 4 de Octubre de 2004