LA VERDAD
Hace más de dos mil años, Cristo se encontraba ante Pilatos acusado de blasfemo pues confesó ser el Hijo de Dios.
Eso, mas otras acusaciones falsas presentadas por los príncipes y sacerdotes judíos, hizo que fuera condenado a muerte.
Pilatos le preguntó quien era él, si era el rey de los judíos, su respuesta fué:
"Yo soy rey, pero no de éste mundo. Y para ésto he nacido, y para ésto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad". (Juán, 18:37).
Con ésto el Mesías explicó la razón por la que había venido a la tierra: para mostrar la verdad.
El es la verdad, su ministerio es la verdad, sus enseñanzas, todo lo que nos deja en el evangelio, su resurrección, es la verdad.
El Reino de Dios y Cristo como rey fué el principal tema mientras vivió.
"Es necesario que yo predique también a otras ciudades el evangelio del Reino de Dios, pues para eso he sido enviado". (Lucas, 4:43)
A Pilatos poco le importó saber acerca de la verdad, pero Cristo muy bien lo dice en una oración a su Padre:
"La palabra tuya es la verdad". (Juán, 17:17).
Y él como unigénito del Padre, también está lleno de gracia y de verdad". (Juán,1:14).
La verdad en la que confiamos todos los cristianos verdaderos y fieles, es que éste reino, nos dará una vida eterna y feliz, donde reinará la justicia, la paz y la hermandad.
"Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí". (Juán, 14:6).
Ese camino de la verdad es el que todos los cristianos debemos transitar, y que al conocerla nos hará libres.
Conocer la verdad nos libera de los errores y nos fortalece para aguantar firmemente cualquier infortunio que la vida nos presente.
Y como dice el Apóstol Pablo:
"Por lo tanto,tomad las armas de Dios para poder resistir en el día aciago y sostenernos apercibidos en todo. Estad, pues, a firme, ceñidos vuestros lomos con el cíngulo de la verdad, y armados de la coraza de la justicia". (Efesios, 13:14)
Con la verdad encontramos esperanza, y por medio de ella conocemos y amamos al Creador del universo y a su Hijo unigénito, y viviremos en paz interior ahora y siempre.
LEONOR