que plasmarla con mi pluma
no alcanzarían los renglones
ni una eternidad de noches
Recuerdo en tu nombre, el compromiso
el obsequio de un manto pomposo
pregunté a mi madre: que color le gustará?
me respondió: ella en la noche te hablará
La taza de café servida por mi hermana
las botellas de vinos en la mesa
desperté sobresaltada y con prisa,
planifiqué un viaje el fin de semana
Transcurrieron los dias presurosos
la llamada del proveedor esperaba
y por fin una madrugada
en mi celular el mensaje recibía
Ven a recoger el manto decía
y volví al lugar enseguida
estoy aquí por su llamada
y el dijo: nunca envié un mensaje
La emoción embargó mi alma
mi corazón con fuerza palpitaba
supe que tú me habias escrito
eras tú quien pedía el manto
Y en la hora de la misa
mi nombre no mencionaron
y en la hora de la procesión,
otro manto de adoración
Con tristeza al rio fuí
y en una piedra me senté
brotaron mis lágrimas ahí,
de la realidad me ausenté
Ya entrada la tarde
a la iglesia decidí visitarte
y grande fue mi sorpresa
al ver tu mirada triste
Mirándote a los ojos
lo que querias entendí
postrándome de hinojos
con mi manto te vestí
Los feligreses al verte
tan hermosa y radiante
que bello manto exclamaron
parece que sonríe, susurraron
Y hoy estoy lejos de ti madre mía
mas estás conmigo a donde voy
tu amor me acompaña
y no me desampara
me bendices cada mañana
y velas mis sueños cada noche
Y te prometo que cuando vuelva
las rosas que te gustan, llevaré
las espinas con mis manos arrancaré
y con amor en tu altar las colocaré.