
Una mañana desperte
al escuchar tu dulce voz
tan dulce
como el trinar de un ruiseñor
en un suave susurro me decía
"aquí estoy, junto a tí Pequeña mía"
pero al abrir los ojos me dí cuenta
que a nadie junto a mí tenía .

Me leventé a comenzar mi día
y a cada paso de mi andar
una pesada loza
sobre mi caía.
Al medio día,
cerre mis ojos
para descansar
de aquel terrible día
Mas nuevamente desperte,
al escuchar tu dulce voz
que me decía
"aquí estoy , a tu lado niña mía".
pero al abrir los ojos ví,
que a mi lado nadie estaba

Continue mi caminar
y aquella loza, a cada paso
mermaba mis fuerzas
y quebraba mi alegría
Pero al llegar la tarde
un milagro frente a mí ocurrió
en un ardiente desierto
la más bella rosa "floreció"

al continuar mi andar,
una mano suavemente
sobre mi hombro se poso.
y la dulce voz
volvió a decirme
"aqú estoy, junto a tí pequeña mía"

Al voltear con sorpresa descubrí,
que nadie caminaba junto a mí
y fue entonces cuando me di cuenta
que en mi duro caminar,
no estaba sola,
en cada instante de mi andar
mi amado padre DIOS ,
no me dejaba desmayar
y que en el hueco de su mano
siempre podría descansar.



Maby sezam.
El desierto por el que Dios nos pasa, es para fortalecer nuestro espiritu,
el no pone pruebas que no podamos superar, además, siemore está aquí, Junto a tí, que Dis te Bendiga .