sabias brisas del oriente,
vientos tristes del poniente,
ciudadelas del recodo?
¿Del mar un brusco acomodo?
¿Del sol un tibio accidente?
¿De una noche de repente
hecha brisa, flor y lodo?
Todo en derredor transita
por un designio de Luz
volcada en el universo:
Y por un Amor inmenso,
sembrado en Beatitud
en su bondad infinita.
Josell
