
¡He me aquí!
¡acércate, entra!
¡no temas!
no soy infierno
que pueda calcinarte
ni apoderarme de tu inocencia
soy luz, una ave de esperanza
que tal vez, en algun momento
pudiste perderla.
No soy dios ni tampoco un diablo
soy una puerta que se te abre
para que veas las maravillas
que en ella habitan
soy solo tu camino de verdad
de pura castidad
buscando la felicidad de tu alma
que quizás, en tu inconciencia
la convertiste en ceniza.
¡No te acongojes, no sufras!
porque me despedazas la fe
que en ti guardan
quiero que vivas a plenitud
como el Señor quiso que fuera
te invito a que abras tu corazón
a la luz donde te esperan
cosas hermosas.
Si sientes que te pierdes
si ves que la obscuridad te abate
¡corre y adéntrate en su reino!
verás cuán feliz serás de nuevo.
Estas puertas del alma estarán abiertas
cuando así las quieras.
©José López