ALCANZAR LA META
" ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!
Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible". (1Corintios, 9:24-25)
Los verdaderos cristianos nos esforzamos con amor y dedicación a servir a Dios corriendo en la carrera de la vida para poder entrar en el reino de los cielos por la puerta angosta alcanzando la corona incorruptible de la vida eterna.
En esa carrera, nos encontramos muchas veces con Satanás, y debemos luchar contra ese enemigo que siempre quiere hacernos tropezar y caer, porque guardamos y sostenemos la doctrina cristiana.
Es por eso que para alcanzar esa meta debemos alimentarnos en forma espiritual con el pan de vida del Señor, para aguantar hasta el fin soportando cualquier persecución o causa inesperada que pudiera hacernos más difícil llegar al final de la carrera.
"Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados;
perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados." (2Corintios, 4:8-9)
Dios desea y espera que lleguemos triunfantes al fin corriendo con aguante en la competencia que nos presenta, sin cansarnos, y él bendecirá nuestros esfuerzos, y será como dijo el apóstol Pablo:
"He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe.
Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación". (2Timoteo, 4:7-8)
LEONOR
" ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!
Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible". (1Corintios, 9:24-25)
Los verdaderos cristianos nos esforzamos con amor y dedicación a servir a Dios corriendo en la carrera de la vida para poder entrar en el reino de los cielos por la puerta angosta alcanzando la corona incorruptible de la vida eterna.
En esa carrera, nos encontramos muchas veces con Satanás, y debemos luchar contra ese enemigo que siempre quiere hacernos tropezar y caer, porque guardamos y sostenemos la doctrina cristiana.
Es por eso que para alcanzar esa meta debemos alimentarnos en forma espiritual con el pan de vida del Señor, para aguantar hasta el fin soportando cualquier persecución o causa inesperada que pudiera hacernos más difícil llegar al final de la carrera.
"Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados;
perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados." (2Corintios, 4:8-9)
Dios desea y espera que lleguemos triunfantes al fin corriendo con aguante en la competencia que nos presenta, sin cansarnos, y él bendecirá nuestros esfuerzos, y será como dijo el apóstol Pablo:
"He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe.
Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación". (2Timoteo, 4:7-8)
LEONOR
