PENSAR, SENTIR Y OBRAR CON RECTITUD
" Dios creó al hombre recto, y el mismo hombre se enredó en
infinitas cuestiones." ( Eclesiastés, 7:30).
"Todas las dádivas y las injusticias se acabarán, pero la rectitud subsistirá para siempre." ( Eclesiástico, 40:12."
El hombre seá colmado de bienes, si piensa, siente y obra rectamente, y según ello será su galardón.
Los malos pensamientos nos apartan de Dios, y seremos castigados por ello.
Debemos luchar para que sean limpios, y así también será limpio nuestro cuerpo.
En el camino de la rectitud está la vida, pero si nos extraviamos, nos conducirá al pecado.
Que no se altere nuestra forma de pensar, no hacer nada sin pensarlo bien antes.
En todas sus acciones el hombre debe seguir el dictado de su conciencia, huyendo del mal pensamiento y apartándolo de él.
Los que están pensando hacer el mal, están engañando y ensuciando su corazón.
" Como la plata se prueba en la fragua y el oro en el crisol, así prueba el Señor los corazones." ( Proverbios, 17:3).
El oído celoso de Dios todo lo oye, y escucha los pensamientos perversos que nos apartan de él.
" Y saltarán de júbilo mis entrañas cuando proferiran tus labios razonamientos rectos." ( Proverbios, 23:16).
Desde el corazón nacen los pensamientos, y ellos serán revelados de muchos corazones.
Bien le dijo el apóstol Pedro a Simón, aquel de la ciudad de Samaria que ejercía la magia: " Tu corazón no es recto delante de Dios, arrepiéntete y ruega que te sea perdonado tu mal pensamiento del corazón."
Aprendiendo las enseñanzas de Cristo y poniéndolas en práctica, tendremos una base sólida fundada sobre roca para que no se derrumbe nuestro recto pensar.
Amar a Dios y sentirlo en nuestro interior es algo maravilloso. Él también nos ama.
Debemos sentir amor por el prójimo, por el que sufre, por el que está solo; comprenderlos, entregarles lo mejor de nuestros sentimientos, con el corazón cristiano puesto en ellos. Exteriorizar ese movimiento del alma con toda sinceridad.
" El que punza el ojo hace salir lágrimas, y quien punza el corazón hace salir los afectos." ( Eclesiástico, 22:24).
Amemos, hermanos, ese sentir del corazón es el mejor de los sentimientos, y Dios será testigo de ello, de como y de que forma se manifiesta el amor en nosotros, junto al entrañable amor de Cristo.
Que crezca aún más y más en todo conocimiento para gloria y alabanza de Dios.
" Porque habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Cristo en el suyo." ( Filipenses, 2:5).
" Porque glorioso es el fruto de las buenas obras." ( Sabiduría, 3:15).
" Por sus frutos los conoceréis." ( Mateo, 7:16).
El obrar del hombre puro es recto, y cuida de pensar muy bién lo que ha de hacer, sabiendo diferenciar lo que son malas obras y buenas obras.
Las malas nos van apartando de Dios, y aunque nosotros no lo veamos, él sí nos vé, y espera con esperanza y paciencia que cambiemos los malos frutos por los buenos.
Honremos al Señor con buenas obras para que él derrame su bendición sobre nosotros.
" Brille vuestra luz ante los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos." ( Mateo, 5:16).
Como dijo Mateo, todo árbol que dá malos frutos será cortado y echado al fuego.Por lo tanto hagamos frutos dignos de arrepentimiento.
Hay que seguir una conducta digna de Dios agradándole en todo y produciendo frutos en toda especie de obras buenas.
Que el Señor encamine nuestros pensamientos, sentimientos y obras por el camino de la rectitud.
Que el amor nazca de un corazón limpio y de buena conciencia para que nuestras obras sean buenas.
Y recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman, y piensan, sienten, y obran con rectitud.
Hermanos, si nos conducimos de esa forma, el Dios de justicia estará con nosotros.
LEONOR
" Dios creó al hombre recto, y el mismo hombre se enredó en
infinitas cuestiones." ( Eclesiastés, 7:30).
"Todas las dádivas y las injusticias se acabarán, pero la rectitud subsistirá para siempre." ( Eclesiástico, 40:12."
El hombre seá colmado de bienes, si piensa, siente y obra rectamente, y según ello será su galardón.
Los malos pensamientos nos apartan de Dios, y seremos castigados por ello.
Debemos luchar para que sean limpios, y así también será limpio nuestro cuerpo.
En el camino de la rectitud está la vida, pero si nos extraviamos, nos conducirá al pecado.
Que no se altere nuestra forma de pensar, no hacer nada sin pensarlo bien antes.
En todas sus acciones el hombre debe seguir el dictado de su conciencia, huyendo del mal pensamiento y apartándolo de él.
Los que están pensando hacer el mal, están engañando y ensuciando su corazón.
" Como la plata se prueba en la fragua y el oro en el crisol, así prueba el Señor los corazones." ( Proverbios, 17:3).
El oído celoso de Dios todo lo oye, y escucha los pensamientos perversos que nos apartan de él.
" Y saltarán de júbilo mis entrañas cuando proferiran tus labios razonamientos rectos." ( Proverbios, 23:16).
Desde el corazón nacen los pensamientos, y ellos serán revelados de muchos corazones.
Bien le dijo el apóstol Pedro a Simón, aquel de la ciudad de Samaria que ejercía la magia: " Tu corazón no es recto delante de Dios, arrepiéntete y ruega que te sea perdonado tu mal pensamiento del corazón."
Aprendiendo las enseñanzas de Cristo y poniéndolas en práctica, tendremos una base sólida fundada sobre roca para que no se derrumbe nuestro recto pensar.
Amar a Dios y sentirlo en nuestro interior es algo maravilloso. Él también nos ama.
Debemos sentir amor por el prójimo, por el que sufre, por el que está solo; comprenderlos, entregarles lo mejor de nuestros sentimientos, con el corazón cristiano puesto en ellos. Exteriorizar ese movimiento del alma con toda sinceridad.
" El que punza el ojo hace salir lágrimas, y quien punza el corazón hace salir los afectos." ( Eclesiástico, 22:24).
Amemos, hermanos, ese sentir del corazón es el mejor de los sentimientos, y Dios será testigo de ello, de como y de que forma se manifiesta el amor en nosotros, junto al entrañable amor de Cristo.
Que crezca aún más y más en todo conocimiento para gloria y alabanza de Dios.
" Porque habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Cristo en el suyo." ( Filipenses, 2:5).
" Porque glorioso es el fruto de las buenas obras." ( Sabiduría, 3:15).
" Por sus frutos los conoceréis." ( Mateo, 7:16).
El obrar del hombre puro es recto, y cuida de pensar muy bién lo que ha de hacer, sabiendo diferenciar lo que son malas obras y buenas obras.
Las malas nos van apartando de Dios, y aunque nosotros no lo veamos, él sí nos vé, y espera con esperanza y paciencia que cambiemos los malos frutos por los buenos.
Honremos al Señor con buenas obras para que él derrame su bendición sobre nosotros.
" Brille vuestra luz ante los hombres, de manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos." ( Mateo, 5:16).
Como dijo Mateo, todo árbol que dá malos frutos será cortado y echado al fuego.Por lo tanto hagamos frutos dignos de arrepentimiento.
Hay que seguir una conducta digna de Dios agradándole en todo y produciendo frutos en toda especie de obras buenas.
Que el Señor encamine nuestros pensamientos, sentimientos y obras por el camino de la rectitud.
Que el amor nazca de un corazón limpio y de buena conciencia para que nuestras obras sean buenas.
Y recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman, y piensan, sienten, y obran con rectitud.
Hermanos, si nos conducimos de esa forma, el Dios de justicia estará con nosotros.
LEONOR
