SAGRADO MADERO.
Publicado: Dom Jul 18, 2010 13:13
SAGRADO MADERO.
En las áridas colinas de Jerusalén tierra prometida,
cual fraternal triángulo de amor y ternura,
fuimos plantados con celestial hermosura,
tres frondosos árboles que la humanidad siempre recordaría.
A su sombra el Divino Redentor en santa peregrinación,
habló las buenas nuevas el pueblo elegido,
más esta generación hijos de pecado y duros de corazón,
no recibieron al Mesías prometido. MARCOS 6 : 2 AL 6. JUAN 9:29
Transcurrido el tiempo que inexorable nos consume,
el hacha asesina del inclemente leñador,
cercenó nuestros cuerpos que a la tierra nos une,
sin escuchar los lamentos de nuestro silencioso dolor.
Aún palpitando nuestro corazón en desesperada agonía,
convertidos fuimos en inclementes maderos,
que el condenado a muerte en sus hombros cargaría,
paso a paso por su tortuoso sendero.
En el Gólgota el déspota romano con desprecio irreverente,
despojó tus vestiduras y sobre ellas echó suertes,
fuiste humillado cuál común reo de muerte,
tu cuerpo desnudo expuesto al sol inclemente. JUAN: 19 VERS. 24 MARCOS: 15 Vers. 24
Acostáronte sobre mí clavando tus manos y pies,
mi rústico cuerpo estremeció al calor de tu adorable sangre,
tu inmaculado rostro con serena palidez,
clamaba en silencio nuestro perdón al Santo Padre. LUCAS: 23 VERS. 34.
Tu cuerpo se estremecía por el dolor incesante,
más tus labios oraban con ferviente resignación,
las siete palabras que con amor pronunciaste,
fueron de inmensa ternura, noble entrega y abnegación.
Cuánto quise mi Señor revelarme a tu tortura,
más yo estaba junto a ti casi muriendo,
en el corazón del hombre hay mala levadura
y por el pecado la fe se está perdiendo.
Consumado el tiempo tu vida se extinguió,
nuestro Padre amoroso y clemente quitó el sufrimiento,
el sol se opacó, abriose la tierra, sopló fuerte viento, MATEO: 27 VERS. 51 AL 53.
a los muertos en tu fe, con poder levantó.
Morir en ti mi Jesús es vida eterna y continuada,
nuestros cuerpos en la soledad terrenal han quedado,
cual mudos testigos de tu pasión consumada,
más nuestras almas en tu santo Paraíso han sido plantadas.
Tu muerte y resurrección mi Señor no fue en vano, LUCAS. 24 VRS.5, 6.
me honraste haciéndome instrumento de tu pasión,
mi tétrica figura será señal imperecedera a todo Cristiano,
que sólo Tú, eres camino de vida y salvación.
Autor: Víctor A. Arana
(VICTOR SANTA ROSA)
Port Chester N. Y., Abril del 2006.
En las áridas colinas de Jerusalén tierra prometida,
cual fraternal triángulo de amor y ternura,
fuimos plantados con celestial hermosura,
tres frondosos árboles que la humanidad siempre recordaría.
A su sombra el Divino Redentor en santa peregrinación,
habló las buenas nuevas el pueblo elegido,
más esta generación hijos de pecado y duros de corazón,
no recibieron al Mesías prometido. MARCOS 6 : 2 AL 6. JUAN 9:29
Transcurrido el tiempo que inexorable nos consume,
el hacha asesina del inclemente leñador,
cercenó nuestros cuerpos que a la tierra nos une,
sin escuchar los lamentos de nuestro silencioso dolor.
Aún palpitando nuestro corazón en desesperada agonía,
convertidos fuimos en inclementes maderos,
que el condenado a muerte en sus hombros cargaría,
paso a paso por su tortuoso sendero.
En el Gólgota el déspota romano con desprecio irreverente,
despojó tus vestiduras y sobre ellas echó suertes,
fuiste humillado cuál común reo de muerte,
tu cuerpo desnudo expuesto al sol inclemente. JUAN: 19 VERS. 24 MARCOS: 15 Vers. 24
Acostáronte sobre mí clavando tus manos y pies,
mi rústico cuerpo estremeció al calor de tu adorable sangre,
tu inmaculado rostro con serena palidez,
clamaba en silencio nuestro perdón al Santo Padre. LUCAS: 23 VERS. 34.
Tu cuerpo se estremecía por el dolor incesante,
más tus labios oraban con ferviente resignación,
las siete palabras que con amor pronunciaste,
fueron de inmensa ternura, noble entrega y abnegación.
Cuánto quise mi Señor revelarme a tu tortura,
más yo estaba junto a ti casi muriendo,
en el corazón del hombre hay mala levadura
y por el pecado la fe se está perdiendo.
Consumado el tiempo tu vida se extinguió,
nuestro Padre amoroso y clemente quitó el sufrimiento,
el sol se opacó, abriose la tierra, sopló fuerte viento, MATEO: 27 VERS. 51 AL 53.
a los muertos en tu fe, con poder levantó.
Morir en ti mi Jesús es vida eterna y continuada,
nuestros cuerpos en la soledad terrenal han quedado,
cual mudos testigos de tu pasión consumada,
más nuestras almas en tu santo Paraíso han sido plantadas.
Tu muerte y resurrección mi Señor no fue en vano, LUCAS. 24 VRS.5, 6.
me honraste haciéndome instrumento de tu pasión,
mi tétrica figura será señal imperecedera a todo Cristiano,
que sólo Tú, eres camino de vida y salvación.
Autor: Víctor A. Arana
(VICTOR SANTA ROSA)
Port Chester N. Y., Abril del 2006.