PESCADOR.
Publicado: Sab Sep 18, 2010 10:20
PESCADOR.
En tu santo y efímero peregrinar terreno,
tiraste el sedal a la humildad de tu gente,
fuiste entre los hombre Pescador Supremo,
misericordia viva al despreciado indigente.
Pescaste al principio doce almas puras,
que prestas buscaron tu Santa Presencia,
llenos de fe entre dolor y amarguras,
pregonaron de tu nombre su excelencia.
Amaste a tu pueblo más que tu vida,
fuiste sentenciado muerto y resucitado,
en tu resguardo no hubo alma perdida
pues tu preciosa sangre lavó el pecado.
Te fuiste pero no nos dejaste en olvido,
ya no tiras sedal, dejaste redes tendidas,
tu pesca el corazón quebrantado y herido,
que te ofrendan almas en pecado perdidas.
Eres noble mi Señor, Pastor Eterno,
Manzo Cordero sin culpa sacrificado,
a tu Majestad no prevalece el averno,
ni condena sobre lo que has perdonado.
Portentoso Señor tu pesca fue milagrosa,
arrebataste las almas al temido infierno,
tu cuerpo y sangre es comida que se goza,
Amado Mesías y Redentor Santo y Eterno.
Ascendiste al Padre a tu lugar Sagrado,
enviando tu Santo Espíritu de Consuelo,
Celoso Pescador de Almas tan venerado,
por tu sacrificio, tenemos vida en el Cielo.
Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, Septiembre 26 del 2010.
En tu santo y efímero peregrinar terreno,
tiraste el sedal a la humildad de tu gente,
fuiste entre los hombre Pescador Supremo,
misericordia viva al despreciado indigente.
Pescaste al principio doce almas puras,
que prestas buscaron tu Santa Presencia,
llenos de fe entre dolor y amarguras,
pregonaron de tu nombre su excelencia.
Amaste a tu pueblo más que tu vida,
fuiste sentenciado muerto y resucitado,
en tu resguardo no hubo alma perdida
pues tu preciosa sangre lavó el pecado.
Te fuiste pero no nos dejaste en olvido,
ya no tiras sedal, dejaste redes tendidas,
tu pesca el corazón quebrantado y herido,
que te ofrendan almas en pecado perdidas.
Eres noble mi Señor, Pastor Eterno,
Manzo Cordero sin culpa sacrificado,
a tu Majestad no prevalece el averno,
ni condena sobre lo que has perdonado.
Portentoso Señor tu pesca fue milagrosa,
arrebataste las almas al temido infierno,
tu cuerpo y sangre es comida que se goza,
Amado Mesías y Redentor Santo y Eterno.
Ascendiste al Padre a tu lugar Sagrado,
enviando tu Santo Espíritu de Consuelo,
Celoso Pescador de Almas tan venerado,
por tu sacrificio, tenemos vida en el Cielo.
Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, Septiembre 26 del 2010.