No te queda la palabra
Publicado: Vie Nov 18, 2011 14:40
Dios es una sombra,
la sombra una palabra caída al amanecer,
lluvia de los cielos para el paisaje terrenal,
acompañada de ventisca, rayos y truenos...
Dios es el miedo en el corazón adolescente
y la felicidad en las almas de los místicos,
que yo no sé por dónde andan...
Las sombras esparcen la palabra,
como la semilla nocturna en campos abonados
durante largas jornadas por la reflexión,
conocimientos y dudas... El amor divino
no te toca los labios,
sus manos no aprietan tu cintura,
no oyes la palabra cálida del amado
en las noches donde lo oscuro
se torna vértigo y angustia.
Dios, una palabra que se inventó para al horror
ponerle plazos, cuadrar el universo
en porciones asumibles para el condenado
que vaga por la tierra, eso si,
verdaderamente fuera de la herencia
de la vitalidad y la alegría...
Tórnanse muecas de espanto
las caretas que reparten hacedores de fe
cuando llega el viento desbocado de la muerte,
cundo la enfermadad revienta los cuerpos
y los somete a la esclavitud: arrodillados
todos en un pasadizo frío y solitario.
Ese Dios se halla aquí también...
la sombra una palabra caída al amanecer,
lluvia de los cielos para el paisaje terrenal,
acompañada de ventisca, rayos y truenos...
Dios es el miedo en el corazón adolescente
y la felicidad en las almas de los místicos,
que yo no sé por dónde andan...
Las sombras esparcen la palabra,
como la semilla nocturna en campos abonados
durante largas jornadas por la reflexión,
conocimientos y dudas... El amor divino
no te toca los labios,
sus manos no aprietan tu cintura,
no oyes la palabra cálida del amado
en las noches donde lo oscuro
se torna vértigo y angustia.
Dios, una palabra que se inventó para al horror
ponerle plazos, cuadrar el universo
en porciones asumibles para el condenado
que vaga por la tierra, eso si,
verdaderamente fuera de la herencia
de la vitalidad y la alegría...
Tórnanse muecas de espanto
las caretas que reparten hacedores de fe
cuando llega el viento desbocado de la muerte,
cundo la enfermadad revienta los cuerpos
y los somete a la esclavitud: arrodillados
todos en un pasadizo frío y solitario.
Ese Dios se halla aquí también...