Era una niña y se llamaba Cristina.

[Christ_Velan]

Poema= Era una niña y se llamaba Cristina. Padecía malformaciones arteriovenosas que le producían hemorragias cerebrales. Cristina, antes de fallecer, escribió la siguiente carta dirigida a su madre: “De Cristina a mamá... Quiero que sepas que siempre te quise y siempre te querré. Sé que iré al cielo, y sé que te veré cuando mueras. No quiero verte llorar todo el día. Estaré feliz en el cielo... y quiero que siempre lo tengas presente. Di todas las noches: Felices sueños, que Dios te bendiga, te quiero. Gracias, Dios. También quiero a papá y a mis hermanitos. Estuvísteis a mi lado en los buenos y en los malos momentos y nunca lo olvidaré. Te quiero mucho, muchísimo. Con mucho cariño, tu hija siempre.” No existe lazo más profundo que el del amor. Cristina lo refleja desde su corazón de niña, en el contexto de su dramática situación. El amor supera a la muerte, y se extiende decidamente hacia su destino eterno. Así el amor de Dios, no tiene fronteras, ni hipotecas que lo limiten. Ama y ama. ¿Quieres tú descubrirlo y vivirlo? Christ_Velan

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[Rousse]

Hola poeta.
Que triste esta historia amigo.
Que dolor para la Madre.Perder a una hija.
Ella se encuentra ahora en los brazos del Señor.
abrazos amigo.

[Joaquim Riera]

Apreciado amigo:
Que pena para una madre perder a una hija.
Que carta más triste y emotiva de una niña que sabe que
se va morir y lo positivo que no tiene miedo porque sabe que irá al cielo.
Que coraje escribirle una carta de depedida a su madre.
Para tranquilizarla y decirle que estará bien en el cielo y que no estén tristes
por ella.
Porque es cierto el amor no tiene fronteras ni hipotecas.
Un saludo:
Joaquim Riera

[TARDE GRIS]

Lindo ejemplo nos dejan estos mensajes dejados por almas puras que se alejan de la tierra, saludos y cuidate siempre.