Encarcelado

[Corazón Roto]

Vivo atrapado día tras día en esta prisión de carne y hueso, atrapado en mis temores, atrapado entre mis sueños, entre lo absurdo de mis fantasías y lo aterrador y sombrío de mi realidad…

Aquí vivo, encerrado en esta carne, con su oscuridad, con su pecado y con la maldad innata que en ella habita, con la frialdad que la atrapa y que la abarca cada día, convivo con ella y es ella el medio por el que vivo…

Pero a veces la desprecio, la desprecio porque no me deja ser libre, porque me atrapa con sus dudas, con sus temores sin fundamento, con esa manera sutil y vaga de pensar el mundo a través de los sentidos que la acompañan…

Y como detesto que mi alma se vea atrapada en ella, que mis sentimientos tengan una vasija tan pobre y a veces despreciable como a veces puede llegar a sentirse mi piel, que mis emociones y expresividad mueran en lo frío de este cuerpo que solo logra sentirse cálido cuando el sol empieza a quemar…

Y como detesto como se ve muchas veces el mundo de esa forma tan burda y tan absurda que logra transmitirse a través de los ojos, como quiere ser muchas veces libre de esa tonta realidad mi alma y escapar tras los versos que la enmarcan y que la abrazan con pasión inexplicable y tener que verse encarcelada al final, sin escapatoria, con la única meta de algún día tal vez poder ser libre…

Y como detesto no poder divagar en mi imaginación tanto como deseo, porque siempre estará la verdad para hacerme poner los pies en la tierra o tal vez para que la tierra ponga sus pies sobre mí, porque es así como se siente la realidad, como una ducha de agua fría en medio del invierno y al aire libre, como burlarte de alguien ciego y desnudo en la calle y abrir los ojos y darte cuenta de que tú eres el que camina…

Y como detesto la forma en que mis letras y palabras desearían ser en el mundo todo lo que so n cuando están aquí dentro de mis carnes, pero siempre deben darse cuenta de que cuando están en un papel o navegando en el aire a través de invisibles ondas de sonido se pierden por completo, mueren, se hacen invisibles y remotas, distantes, cortas e insignificantes, tontas, estúpidas y poco interesantes, como desearían que alguien pudiera ver la pureza y hermosura incomprensible que esconden en cada ritmo, en cada letra que grita con desesperación los secretos más profundos que el alma puede llegar a esconder tras las rejas, todos los secretos irrevelables, todas las verdades que los labios niegan siempre para ocultar las debilidades y lo frágil de un cuerpo que aparenta ser fuerte todos los días…

Y como detesto que estos huesos sean mis barrotes, que esta carne sea mi prisión hasta que la muerte acuda, apresurada, intangible e impredecible como casi siempre logra ser, y sobre todo inevitable, que, tal vez, entonces solo tal vez, por fin seré libre de la inmundicia que me rodea, libre al fin de todos mis miedos y dolores, despojado al fin de ese traje que se llama piel y que me vuelve muchas veces un ser humano demasiado inhumano, aquel día en que ella llegue con sus brazos fríos para darme el último abrazo que la vida me regalará, entonces tal vez llegue hasta donde deseo, hasta ese cielo que tanto anhelo y por el que lucho cada día de mi vida, pero el cual sé que no merezco, aquel del cual sé que nunca seré digno sin importar cuanto intente, ese cielo no predestinado que me lleva cada día a esa lucha incontenible entre el bien y el mal y que mi alma casi siempre termina perdiendo contra lo real del razonamiento que me lleva a los parajes más amargos de la vida. Cuanto quiero ese cielo, mis determinaciones no lo buscan realmente, yo realmente deseo lo que se esconde tras sus nubes, esa vida de libertad, de prisión y de cadenas pero de amor verdadero, verosímil, real y eterno, que solamente alcanzaré el día en que pueda ver sus ojos cara a cara y llorar como un niño…

Pero hoy seguiré encarcelado en mi prisión de desilusiones, de luchas y batallas perdidas, de desamores, de decepciones, de pérdidas, de olvido, de miedo y dolor, pero prisión también llena de fantasías, de amor, de cariño verdadero y amistad que ya se me ha vuelto imposible describir, tal vez es por eso que morir me parece estúpido, porque he encontrado en esta absurda prisión muchas razones para seguir viviendo y una de ellas lleva tu nombre grabado…

[Scorpio]

Corazón Roto

Sentimientos intensos, que se reflejan en
tu aporte, vas uniendo palabras con mucho
talento y dejas la tristeza del alma en cada
letra escrita.

Gracias por compartir.

Un gusto visitarte.

Saludos cordiales.

[Esmeralda]

Hermosas letras cargadas de profundos sentimientos,
muchas veces nos sentimos encarcelados dentro de nosotros mismo, pero para
poder salir de esa prisión, solamente debemos de mostrarnos tal y como somos,
dejando escapar lo que llevamos dentro del corazón.
Gracias por este profundo aporte, que ha sido muy grato disfrutar.