Poema=
EL PANTEON DE LA FELICIDAD
Había un hombre que desde niño lo había tenido todo. Y cuando sus padres murieron le heredaron una incuantificable fortuna que él supo hacer crecer, pero un buen día se dio cuenta que apezar de eso, era muy infeliz y que cada vez se cababa un hueco mas hondo y profundo dentro de su corazón.
Empacó una maleta con lo necesario, agua y comida para varios días y compró en la terminal de autobuses la salida más próxima, no importaba a donde. La vendedora le dijo que el autobus saldría en diez minutos a un lugar llamado *Cruces Felices*, y llegaría en dos días, respondió que no importaba y se embarco en esa aventura.
Cuando llegó a su destino, lo primero que vió fué un panteón, el cual le pareció contrastaba con la apariencia del pueblo, el panteón tenía unos hermosos y bien adoquinados pasillos, frondosos y apodados árboles, cruces de mármol talladas muy finamente y el pueblo se veía demasiado miserable para tener un panteón tan hermosos, empezó a leer los nombre de los difuntos y las edades, le sorprendio ver que casi todos decian que habian vivido 4,6,8, y el máximo al que había llegado había vivido diez años, eso le causo mucha intriga y pensó que había llegado a un lugar muy peligroso y quizas había una epidemia o peste que aniquilaba a las personas siendo unos niños. Aterrado empezo a buscar la salida y cuando casi llegaba a ésta, se encontró con un hombre que le saludo muy amablemente y le pregunto que a quien buscaba, él le explicó que cansado del bullicio de la ciudad y sintiéndose vacio por dentro buscaba un lugar donde encontrar su propio yo y entonces se dio cuenta que el panteonero era un anciano de casi 90 años, cosa que le llamo mucho la atención y le preguntó, disculpe porque han muerto tantos niños aquí, el panteonero le pregunto,de donde vienes?, el respondio de Nuvilánder , uffffffff eso esta a 2 días de camino!, supongo que no has comido nada, porqué no me acompañas, comes un poco de sopa y contestaré tu pregunta.
El anciano le explicó que no eran niños los que estaban enterrado, eran gentes de todas las edades, pero que en ese pueblo al poner la cantidad de años, consideraban solo aquellos años en los que habían sido felices y no todos aquellos en los que habían sido infelices, porque los años de dolor, amargura, incertidumbre, eran perdidos y lo perdido no existe. Le preguntó entonces , si murieras ahora cuantos años tendría que poner en tu cruz? y este le dijo, solo he sido feliz dos días en mi vida, el día que dios decidio enviarme a este mundo y el día en que mi padre y mi madre me regalaron un cachorro para que me hiciera compañía mientras ellos se ocupaban de sus amigos, sus negocios, sus juegos y todas esas cosas artificiales.
Autor
Tomy
06 de Abril 2009
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