A ULTRANZA DEFENDERÉ NUESTRO AMOR.
Asoma el otoño a mi ventana como curioseando la tersura de una lozana y límpida primavera, acompañada del más hermoso arcoíris nacido del imponente sol de verano, penetrando con fuerza en las turbulentas aguas empozadas en mi corazón, tras venir rodando por los senderos de una mirada enlutada y bajando tiernamente por las mejillas que hoy necesitan de tus caricias y besos.
Comulgo con mi idiosincrasia de sentirme como los demás hombres fuertes y robustos, pero me siento quebrantado en mi interior, la llama de tu amor más ya no me calienta y el frío se apodera de mis huesos tulléndome de a pocos y volviéndome cada día más lerdo. Tu ausencia penetra mis heridas y mis llagas se hacen cada vez más grandes e incurables, tu lejanía hiere mi espíritu y mi alma comienza a desear pertenecer a otro cuerpo.
Y es así que doy paso a la bifurcación de mi vida, entre el levantar mis manos al cielo e ir al encuentro de mi Dios o el recorrer el mundo entero por encontrarte y volver a conquistarte.
Mellan mis decisiones de acobardarme y rendirme y se multiplican mis ganas por buscarte entre las coincidencias y los sueños, y poder de esta manera al fin posar mis manos sobre tu silueta, bordear con mis yemas tu faz angelical y dormirme tiernamente sobre tu pecho, acariciando tus manos para no perderme nunca más.
Entre tanto camino asolado voy tejiendo una y otra vez los hilos de mis sentimientos y asimismo deshecho la cruda maleza de mi egoísmo, no volteo a mirar, prosigo a paso lento, con una sonrisa quieta acariciando mis labios y una voz implorándome tenerte al fin frente a mí, para gritarte un efusivo te amo; retornando de esta manera la lozana y límpida primavera a mi rostro cargado de moho y sin sensual placer, para convertirlo en el espejo de la eterna felicidad.
Sabes que mi mundo gira entorno a ti, que mi espíritu vuelve a la vida sintiendo tu aliento, que mis huesos se vuelven fuertes al sentirte rodeada entre mis brazos, que los sentidos vuelven a mí al sentir tu presencia de niña bonita e irremplazable, ya que para mi olfato eres el aroma más agradable que pueda existir, con un toque sutil de amor…, para mi vista eres la esencia del paisaje más hermoso que dios haya puesto sobre la tierra, donde sus manantiales son tus lágrimas que provocan ternura, y donde las cordilleras son cada una de las partes de tu bello cuerpo…, para mi gusto, tus labios tienen la dulzura, textura, sabor exquisito y todo ello hace que seas el néctar del cual siempre me quiero alimentar…,para mi tacto eres el sinónimo perfecto de suavidad y el complemento perfecto para desvirginar mi piel, con las caricias que me puedas brindar y que las mías signifiquen en ti; el objetivo y logro de llegar a ser mujer…; y finalmente para mis oídos tu voz es música melodiosa ,pues, escucharte me relaja, me reconforta, me vitaliza, me motiva, me inspira y sobre todo me enamora.
¿Sabes?... sé que algún día no muy lejano te encontraré y mis ojos te gritarán TE AMO.
John Manny
(Derechos Reservados)
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