Digamos no.
Publicado: Mié Mar 24, 2010 07:24
Las heridas nunca se borraron, mi corazón aún sangra. Recuerdo el miedo que sentía cuando oía que la cerradura de la puerta se giraba y tú, malvado, inerte , entrabas por ella. Recuerdo aún, las noches que pasaba llorando, las noches que pasaba gritando, que necesitaba libertad, pues yo era presa, era presa de tus golpes, de tus gritos, de tus continuos insultos y amenazas hacia mi. Curaba mis heridas con el agua de mis lágrimas, anhelaba que algún día marchases , pero tú malvado, inerte, nunca te ibas . Hiciste de lo que soñaba como un cuento, una realidad agonizante, dolorosa , mutilaste mi vida igual que lo hiciste con mi cuerpo, con mi mente, y con mi corazón. Te convertiste en mi peor pesadilla, y yo, presa, sin saber reaccionar. Con el tiempo, me hice fuerte, pues te odiaba, te odiaba profundamente, hasta deseaba tu temprana muerte. De mis labios salieron testimonios duros, crueles, pero reales. Puede versionar cada uno de tus golpes, cada uno de tus gritos, cada una de tus incoherencias. Te fuiste, pues gracias que la justicia funcionó. Aún así has arruinado mi vida, has arruinado el tiempo que se nos concede para ser felices y lo has hundido en la miseria. Ahora, pasados unos años, te puedo llamar COBARDE, cobarde por no saber afrontar las situaciones con las palabras, cobarde, porque con tus golpes, te has creído superior, cobarde, por el dolor que me has causado, cobarde...Por maltratar a una mujer.