Nostalgia
Publicado: Jue Oct 07, 2010 18:17
Saludos! Esta vez les presento un pensamiento (más que poema)... Un momento que capturé en letras...
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Ni una lágrima más. Aunque el dolor consuma una a una mis entrañas, esta vez no se apoderaría de mi la nostalgia pasajera que ya es huésped en mi vida.
La comprensión se vuelve ausente mientras me encierro en los pensamientos que ocasionan el dolor.
Me siento devastado y busco un refugio inexistente fuera del lugar.
Es inevitable sentirme miserable, diminuto, abandonado en el centro de una multitud que parece indiferente a mi dolor.
Aún la soledad huye de mí, me entrega a los brazos de una muerte que me aterra, de una muerte que me dejará con pulso pero sin sentido.
Ya no encuentro sentido a la rutina que comienza con cada despertar y que ahora incluso continúa en siestas.
El sinsentido de la vida ha abarcado casi todos los rincones de mi mente y me deja absorto ante la realidad que intentaba superar.
No encuentro refugio, de verdad es inexistente. No existen dos brazos que me sostengan, un cuerpo que me abrace y venza el frío que de la mente ha llegado al corazón.
Busco, espero… en realidad más lo primero porque lo segundo ya no es parámetro para mi razón.
Miro, pienso… aunque lo segundo sea la causa de la desesperación.
Los colores amarillo, azul y rojo ya no son procesados por los ojos mi corazón. La escala de grises ha pasado a ser su modo permanente.
Incluso la oscuridad está dejando de ser percibida. Estoy llegando a un mundo en donde la vista ha sido privada de mi ser. Ahora sólo siento.
Pero la piel de mi alma es tan sensible que el roce más ligero puede ocasionar una hemorragia que deje salir en un flujo a mi espíritu.
Sólo puedo seguir esperando esos brazos mientras la nostalgia se apodera finalmente de mi ser. Aunque sea ella me salva momentáneamente de esa muerte.
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Ni una lágrima más. Aunque el dolor consuma una a una mis entrañas, esta vez no se apoderaría de mi la nostalgia pasajera que ya es huésped en mi vida.
La comprensión se vuelve ausente mientras me encierro en los pensamientos que ocasionan el dolor.
Me siento devastado y busco un refugio inexistente fuera del lugar.
Es inevitable sentirme miserable, diminuto, abandonado en el centro de una multitud que parece indiferente a mi dolor.
Aún la soledad huye de mí, me entrega a los brazos de una muerte que me aterra, de una muerte que me dejará con pulso pero sin sentido.
Ya no encuentro sentido a la rutina que comienza con cada despertar y que ahora incluso continúa en siestas.
El sinsentido de la vida ha abarcado casi todos los rincones de mi mente y me deja absorto ante la realidad que intentaba superar.
No encuentro refugio, de verdad es inexistente. No existen dos brazos que me sostengan, un cuerpo que me abrace y venza el frío que de la mente ha llegado al corazón.
Busco, espero… en realidad más lo primero porque lo segundo ya no es parámetro para mi razón.
Miro, pienso… aunque lo segundo sea la causa de la desesperación.
Los colores amarillo, azul y rojo ya no son procesados por los ojos mi corazón. La escala de grises ha pasado a ser su modo permanente.
Incluso la oscuridad está dejando de ser percibida. Estoy llegando a un mundo en donde la vista ha sido privada de mi ser. Ahora sólo siento.
Pero la piel de mi alma es tan sensible que el roce más ligero puede ocasionar una hemorragia que deje salir en un flujo a mi espíritu.
Sólo puedo seguir esperando esos brazos mientras la nostalgia se apodera finalmente de mi ser. Aunque sea ella me salva momentáneamente de esa muerte.