Vasos vacíos
Publicado: Jue Ene 12, 2012 17:09
Desperté esta mañana, como todas las mañanas, con trabajos y remilgos, pues como ya he dicho más de una vez, dormir y soñar, son mi pasatiempo favorito, pero venga pues que hoy, pensando en que no sería más que un día más en la espiral de mi vida, me encontré de frente con un vaso vacío.
Sobresaltada, no lo niego, ante tan terrible descubrimiento, me dirigí al lavabo a refrescar mi cara, Seguí mi rutina diurna, ducha fría, ritual de afeites, pelea interminable contra el tiempo intansigente. Todo igual que cualquier otro día y sin embargo ese vaso perturbó con fuerza mi mente.
Me sentí rodeada de recipientes, receptáculos impávidos, feneciendo por encontrar con que llenar sus cavidades, en búsqueda interminable de un algo totalmente indescifrable. Mentes y almas divagantes que en su afán por reencontrarse, se llenan de adornos, cargando sus cuerpos de pesos inertes y quedando al final del día, como aquél pequeño vaso de agua… vacios…
Charlas huecas, corazones muertos, mentes frías, vidas sin sentido…
Negativa si, muy negativa la manera en que traduje hoy mi pequeño mundo. Sin esperanzas tal vez, resentida quizás por el desmedido culto actual a la vacuidad insulsa de nuestros caminos, trazados con saña y sorna por la tiza negra de un terrible, superficial y dañino capitalismo…
Desperté esta mañana, como todas la mañanas, con trabajos y remilgos, y sobre mi mesa de noche, lo primero que encontré fue un vaso de agua, totalmente vacío.
Sobresaltada, no lo niego, ante tan terrible descubrimiento, me dirigí al lavabo a refrescar mi cara, Seguí mi rutina diurna, ducha fría, ritual de afeites, pelea interminable contra el tiempo intansigente. Todo igual que cualquier otro día y sin embargo ese vaso perturbó con fuerza mi mente.
Me sentí rodeada de recipientes, receptáculos impávidos, feneciendo por encontrar con que llenar sus cavidades, en búsqueda interminable de un algo totalmente indescifrable. Mentes y almas divagantes que en su afán por reencontrarse, se llenan de adornos, cargando sus cuerpos de pesos inertes y quedando al final del día, como aquél pequeño vaso de agua… vacios…
Charlas huecas, corazones muertos, mentes frías, vidas sin sentido…
Negativa si, muy negativa la manera en que traduje hoy mi pequeño mundo. Sin esperanzas tal vez, resentida quizás por el desmedido culto actual a la vacuidad insulsa de nuestros caminos, trazados con saña y sorna por la tiza negra de un terrible, superficial y dañino capitalismo…
Desperté esta mañana, como todas la mañanas, con trabajos y remilgos, y sobre mi mesa de noche, lo primero que encontré fue un vaso de agua, totalmente vacío.