Mensaje
por german g » Jue Jun 12, 2014 00:08
Sueños endémicos
Te pintaste de zonas infinitas para que yo te peine los cabellos.
Luego miras el cielo y te duplicas como la luz dorada que expande el sol reseco.
Yo te hablo de amores.
Tu te quedas tirada en la nostálgica sombra del silencio, pensando en las miradas enterradas
en tu rojo y secreto palpitar.
El amor es un vuelco de rumores que se deslizan lentos por el alma.
Yo declino mi voz sobre tu cuerpo blando, hasta besar tus ojos de estatua sigilosa.
Entonces resucitas del mas oscuro sueño, y te vas dando cuenta que somos uno mismo.,
Estoy ensimismado, perplejo ante tu espejo, que refleja el callado suspiro de mi cuerpo.
¿Que mas puedo pedir, si no ha llegado el bochorno fútil de algún agravio?
Es mejor perpetuar el regocijo, que violentar la senda de los designios rotos.
Es la ilusión la estrella diminuta he invisible que rueda por los labios crisólitos del alma.
Luego de tantos cantos tu lengua se desata, y nos volvemos letras gimiendo por el aire.
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Te grito con el grito perpetuo de la vida
Te grito con el grito perpetuo de la vida, ensartada en la sombra de los pájaros.
Tu respiras lejana, la ronda de las horas, simuladas, perdidas, invisibles.
Y desde allí me miras, rodeada de temblores que obsesionados giran por el hoyo profundo de la noche.
Luego asomas tus ojos, y miro las ciudades sumidas en olvido, pintadas de silicio vertido en gotas negras.
Es el ras de la lluvia esperanzada en que vuelvan mis hojas a cubrirte.
Que tonta imagen vuelve, llena de tierra y humo, haciendo largas señas con los dedos, como si fueran rojas
las banderas que sus ojos destrozan en mis ojos...
Todo puede pasar, en un sonido azul tu risa llega, larga como un tren desparpajado,
Tengo ante mi tu cara, como un cristal que existe y se evapora, desluciendo la espera sensitiva derramada en el fondo de un día extraño.
Deseo conservar tu esfinge decorada, en el recuerdo desgastado y triste de tiempo que nos une y nos separa.
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Nada me falta, nada
Escudriño el atardecer sin brillo, y se menea el viento sin color.
Yo se de un día inolvidable, que guarda una figura de mujer.
Retraté la sustancia de tus ojos, hasta encontrar texturas
Eres mujer la esencia vigorosa que prosigue temblando en mis pupilas
cada vez que tu aroma se introduce cantándome,
Nada me falta, nada, todo lo bello te lo absorbió mi boca, hasta dejar
tu cuerpo chupeteado por las caricias rojas que te puse.
No digas que la vida nos castiga, jamás, jamás; date cuenta que mucho
nos gosamos, lo demás sale sobrando.., tu lo sabes.
Ni la muerte podrá quitar las huellas que amorosos un día nos dejamos...
No digas alguna vez, ¿De que sirvió querernos? Mira el brillo de tus ojos y sonríe,
nos gastamos los años en caricias, y los días nos colmaron de abrazos predilectos...
Germán g
Yo soy el camino la verdad y la vida
Jesucristo